Después de casi dos meses en
Malapascua, de una semana recorriendo los alrededores de Cebu todos los sabores
amargos que me lleve de Manila se esfumaron.
Claro esta que en un país tan grande, con tantas islas, donde se
hablan miles de dialectos distintos, es imposible que un lugar represente a
otro aunque sea el mismo país. Estoy segurísima que quedan miles de lugares
increíbles por visitar y de aventuras de ensueño para hacer en las filipinas,
solo conocí bien una pequeña isla al sur y prácticamente nada mas! Pero eso era
lo que necesitaba en ese minuto.
Sentí este país mas pobre que Vietnam, o al menos las infraestructuras
publicas son nulas, los caminos son malos, y las escuelas son muy básicas. El
filipino de malapascua son personas sanas y re-buenas, la mayoría nunca a
salido de la isla, quizás han ido a cebu, pero no mas que eso. Llevan una vida
muy simple, 100% contraria a la vida que llevamos cualquiera de nosotros.
Como todos hablan ingles solo aprendí una palabra del idioma local,
“Salamat” que significa gracias. Mi curiosidad por las lenguas ha ido
disminuyendo un poquito, o quizás tiene que ver que estos países tienen
muchísimo mas turismo por lo que los locales hablan ingles.
Me fascino vivir en la isla, me abría quedado a trabajar ahí un
semestre, pero para eso tengo que ser instructora y no es lo que quiero en este
minuto.
Lo único que puedo decir respecto Malapascua es que recomiendo 100 ir,
es uno de esos lugares mágicos, que aun no se ha prostituido por el turismo
pero hay turismo suficiente para que sea comodísimo. Pero mas que el lugar.. es
el buceo, para mi las filipinas fue redescubrir una de esas cosas que te hace
sentir vivo! Poder bucear todos los días en esas condiciones no tiene precio!
Si hablamos de sensaciones de corazón.. lo que conocí de filipinas no
me robo el corazón como lo hizo Japón o Nepal, pero me falta mucho por
descubrir en este país!
Con Lydio, uno de los divemasters. |
Singapur.. here we go!
No hay comentarios:
Publicar un comentario