WOW! El ultimo tramo del camino hacia Takayama es simplemente maravilloso, solo por ese tramo ya estaba feliz de haber elegido este
destino, el bus tiene que atravesar los
Alpes japoneses (en azul claro), en esta época no hay nieve, pero es súper verde,
lleno de arboles, ríos, cascadas… ahhh.
Takayama es un pequeño pueblo en las montañas, solo recorrerlo me encanto!, creo que definitivamente soy mas
de pueblo que de cuidad, me gusta como me siento en los pueblos. Ademas siempre la gente de pueblo es mas amable, si a eso le sumas que sean japoneses tienes amabilidad a mil!
Dado que estoy en el sector de los Alpes japonés no podía dejar de ir a hacer un trekking a a las montañas, con una belga que conocí en la hostal partimos a Kamicochi (un parque nacional), caminamos unos 16 kilómetros alrededor de un rio, el sendero no tenia ni una dificultad pero era precioso! OMG! Me llegaba a dar la sensación que fuera falso, hasta la naturaleza es perfecta acá. |
Una vez terminado el trekking llego la hora de ir a un Onsen, no me
podía ir de Japón antes de ir a una.
Las Onsen son baños públicos, con duchas y piscinas termales, por lo
general hay varias piscinas de distintas temperaturas, al aire libre y
techadas.
Antiguamente los japoneses no tenían duchas en sus casas, por lo que
iban a los Onsen a bañarse (es todo un ritual), incluso hoy en día en muchos
sectores rurales aun no tienen baños tipo occidental por lo que siguen usando
las onsen. Pese a que ya no se “necesitan” son muy populares en todo Japón.
Ahora viene lo curioso… casi no hay onsen mixtas, las mujeres están
separadas de los hombres.. por que? Por que a los onsen se entra en pelota!!
Si! Completamente piluchos! Así
funciona; entras a una sala de cambio donde te tienes que sacar toda la ropa,
luego pasas a un sector con duchas donde parte del ritual es jabonarse y
limpiarte completa (no puedes llegar y pasar a las piscinas termales). Estas
duchas también son curiosas por que no estas parada, te tienes que sentar en un
pisito, y con una ducha teléfono te jabonas en frente a un espejo :S.
Una vez limpia puedes pasar a disfrutar de las piscinas termales. Los
tatuajes están prohibidos en casi todas las Onsen por que son considerados
sucios, por lo que si tienes uno (como es mi caso) te lo tienes que cubrir con
un parche.
Entonces partimos a la Onsen, la belga tampoco había ido a si que nos
animamos juntas, (éramos las únicas occidentales del lugar). Entramos a la sala
de cambio y llego la hora de sacarse la ropa; que vergüenza!! Aunque debo
admitir que después de unos minutos se pasa, en verdad no es tan terrible. Nos
duchamos y después a las piscinas termales. Yo no soy una persona muy de baños
de tina ni nada, por lo que después de
10 minutos rodeada de japonesas en pelota ya tenia ganas de irme jajaj además
todas nos miraban, éramos los bichos raros.
De lo que pude ver, aunque encuentro muy bonita a las japonesas, la
mayoría son potiplanas (esa era una palabra que usaba mi abuelito para
referirse a las mujeres sin poto :P).
Fue una experiencia interesante pero no creo que vuelva a ir a una
onsen, no es lo mío.
De los turistas que he conocido, a los hombres
parece encantarles los onsen, no se por que les gusta tanto bañarse con un montón de
japonenses en pelota jajaj.
Mi próximo destino es wwoofing en la granja de arroz de Kioto. Las personas en la hostal me ayudaron a
coordinarme con el dueño de casa, ya que habla muy poco ingles. Llegar allá va
a ser todo un nuevo desafío, es en un sector ultra rural y tengo unas instrucciones
no tan claras. Parece que no voy a tener internet a si que volverán a saber de
mi después de mi estadía allá :)
Querida Claudia, fuerza, cuidate, desfruta, camina, abrete, cierrate, descansa, está muy lindo todo, te acompaño, gran abrazo, cariño Luciano
ResponderEliminarHola Clau.
ResponderEliminarNo nos vemos hace mil años, pero me tomé la atribución de dar un paseo por tu blog... y terminé leyendo todos tus post jeje.
Viajar es fascinante, conocer nuevas cosmovisiones, costumbres, formas de comunicarse, nuevos idiomas, nuevas creencias, nuevos estilos de vida simplemente nos ayuda a ser más tolerante y empático con otros... y aprendemos TANTO sobre nosotros mismos! (en situaciones de crisis especialmente)
Que se siga abriendo el mundo para tí, que Dios te ayude a seguir teniendo lindos momentos de reflexión y crecimiento personal, para que vuelvas renovada y sintiendo que valió la pena, ¡que Dios se muestre en tu travesía aventurera!
Estás en mis oraciones.
Disfruta y sigue escribiendo, que está entrete leerte jeje.
Sabrina Wainberg (compañera en el Waldorf :P)